Transcribo un artículo encontrado en el ejemplar de Ecos de Flores correspondiente al 1 de Junio de 1960, se titula Nuestra plagaría y dice:
“Señor, hoy te pedimos por la decencia en el vestir de las jóvenes de todo el mundo, pero principalmente, señor, por las de Encinasola. Bien sabemos señor que no son de las peores, pero siempre quedan algunas que, con sus vestidos estrechos, cortos y faltos de mangas, van sembrando el mal, sirviendo de escándalo a tantos jóvenes y niños; quizás, señor, sin darse cuenta del mucho mal que ocasionan. Dale luz, señor, que vean claro, que se den cuanta de esas cosas, que entiendan tus palabras del Evangelio: “¡Ay del que escandalice, más le valiera atarse una piedra de molino al cuello y arrojarse al fondo del mar!”.
Que sentencia más dura señor ¡Que no les tendrás reservados a los que escandalizan que de esta manera les aconsejas!
Ábrele señor los ojos de su mente y que vean que más vale pasar un poquitín de calor en esta vida, que achicharrarse eternamente en el infierno.
Andrés Miranda García.